sábado, 28 de junio de 2008

Queda prohibido



¿Qué es lo verdaderamente importante?

Busco en mi interior la respuesta,

y me es tan difícil de encontrar.

Falsas ideas invaden mi mente,

acostumbrada a enmascarar lo que no entiende,

aturdida en un mundo de irreales ilusiones,

donde la vanidad, el miedo, la riqueza,

la violencia, el odio, la indiferencia,

se convierten en adorados héroes

,¡no me extraña que exista tanta confusión,

tanta lejanía de todo, tanta desilusión!

Me preguntas cómo se puede ser feliz,

cómo entre tanta mentira puede uno convivir,

cada cual es quien se tiene que responder,

aunque para mí, aquí, ahora y para siempre:


Queda prohibido llorar sin aprender,

levantarme un día sin saber qué hacer,

tener miedo a mis recuerdos,

sentirme solo alguna vez.


Queda prohibido no sonreír a los problemas,

no luchar por lo que quiero,

abandonarlo todo por tener miedo,

no convertir en realidad mis sueños.


Queda prohibido no demostrarte mi amor,

hacer que pagues mis dudas y mi mal humor,

inventarme cosas que nunca ocurrieron,

recordarte sólo cuando no te tengo.


Queda prohibido dejar a mis amigos,

no intentar comprender lo que vivimos,

llamarles sólo cuando los necesito,

no ver que también nosotros somos distintos.


Queda prohibido no ser yo ante la gente,

fingir ante las personas que no me importan,

hacerme el gracioso con tal de que me recuerden,

olvidar a todos aquellos que me quieren.


Queda prohibido no hacer las cosas por mí mismo,

no creer en mi dios y hallar mi destino,

tener miedo a la vida y a sus castigos,

no vivir cada día como si fuera un último suspiro.


Queda prohibido echarte de menos sin alegrarme,

odiar los momentos que me hicieron quererte,

todo porque nuestros caminos han dejado de abrazarse,

olvidar nuestro pasado y pagarlo con nuestro presente.


Queda prohibido no intentar comprender a las personas,

pensar que sus vidas valen más que la mía,

no saber que cada uno tiene su camino y su dicha,

sentir que con su falta el mundo se termina.


Queda prohibido no crear mi historia,

dejar de dar las gracias a mi familia por mi vida,

no tener un momento para la gente que me necesita,

no comprender que lo que la vida nos da, también nos lo quita.



Alfredo Cuervo Barrero

lunes, 23 de junio de 2008

Nuestros pensamientos se convierten literalmente en materia.

martes, 17 de junio de 2008

Desconocido


Los corazones perdidos

son almas que ya no están

el tiempo que ya has vivido

no lo vas a recuperar.

Más sabe el viejo por viejo

que por sabio Salomón,

más sabe el que lo siente

cuando se habla de amor.

Desconocido

Desconocido

El amor no tiene nombre,

ni tiempo, ni cantidad,

el amor es un aroma

que tienes que respirar.

No tiene estación del año,

ni fecha en el calendario,

se mueve entre la gente...

¿alguien sabe dónde irá?

Desconocido

Desconocido



Chambao

Vendo computadora con mucha memoria, porque lo que yo quiero es olvidar.

lunes, 16 de junio de 2008

Desconocido


Lo importante

"El erizo era feo y lo sabía. Por eso vivía en sitios apartados, en matorrales sombríos, sin hablar con nadie, siempre solitario y taciturno, siempre triste, él, que en realidad tenía un carácter alegre y gustaba de la compañía de los demás. Sólo se atrevía a salir a altas horas de la noche, y si entonces oía pasos, rápidamente erizaba sus púas y se convertía en una bola para ocultar su rubor.Una vez alguien encontró esa esfera híspida, ese tremendo alfiletero. En lugar de rociarlo con agua o arrojarle humo (como aconsejan los libros de zoología), tomó una sarta de perlas, un racimo de uvas de cristal, piedras preciosas, o quizá falsas, cascabeles, dos o tres lentejuelas, varias luciérnagas, un dije de oro, flores de nácar y de terciopelo, mariposas artificiales, un coral, una pluma y un botón y los fue enhebrando en cada una de las agujas del erizo hasta transformar a aquella criatura desagradable en un animal fabuloso.Todos acudieron a contemplarlo. Según quién lo mirase, semejaba la corona de un emperador bizantino, un fragmento de la cola del Pájaro Roc, o si las luciérnagas se encendían, el fanal de una góndola empavesada para la fiesta de un bucentauro, o si lo miraba algún envidioso, un bufón.El erizo escuchaba las voces, las exclamaciones, los aplausos, y lloraba de felicidad. Pero no se atrevía a moverse por temor a que se le desprendiese aquel ropaje miliunanochesco. Así permaneció durante todo el verano. Cuando llegaron los primeros fríos había muerto de hambre y de sed. Pero seguía hermoso."